Esta es la primera competencia que Fangio corre en el suelo de Irlanda, convocado por la BRM para competir su segunda carrera en el equipo.
El BRM P15 ya hacía algunos meses que era desarrollado junto a José Froilán González, utilizando el aeródromo militar de Folkingham como circuito de pruebas.

Aquí comienza la anécdota que terminó bien, pero podría haber terminado peor. Si viajaban a Dundrod, Fangio y Froilán tenían que volver el día siguiente a Monza, para la presentación de la nueva Maserati que la casa del Tridente utilizará oficialmente en el campeonato de pilotos.
La carrera en Italia no otorgaría puntaje para el campeonato, pero el evento era lo suficientemente importante como para no faltar.
El contrato que habían firmado con la BRM era claro. Estaban a disposición de los Británicos mientras tanto no tuvieran otros compromisos con Maserati, casa para la cual correrían el campeonato de conductores de ese año.
“Pepe”, incita al Chueco a quedarse en Milán para prepararse para la competencia del domingo. Pero Juan insiste con que había dado su palabra a Raymond Mays, y toma el peor exceso de su carrera deportiva, como luego demuestran los acontecimientos. Telefonea a Bira para preguntarle si con su avión particular le podía ayudar en el viaje de regreso a Italia y esté responde afirmativamente.
A Froilán de todas maneras le parece muy arriesgada la decisión y prefiere quedarse -descansando-, a realizar las pruebas de clasificación para Monza.
Es por este motivo que la BRM se ve obligada a buscar a último momento un piloto reemplazante para la máquina de Froilán. Así es como Stirling Moss pasa a ser escudero de Fangio por primera vez.

El viernes entrenaron Moss y Fangio con la misma máquina, ya que el BRM destinado a Froilán no lo habían llevado al circuito pensando que no lo iban a necesitar. Tras contactase con Stirling Moss -y éste aceptar- tuvieron que traer de apuro en avión el otro BRM. La máquina llegará justo para la largada.

Los tiempos de clasificación para la carrera, fueron los siguientes:
 

Sin tiempos quedarían:
 

La carrera sería una pesadilla para los pilotos de la “British Racing” ya que sufrirían todos los problemas imaginables. –Tal es así, que a partir del año siguiente, el verde claro de la BRM pasaría a ser verde oscuro, como si todos los problemas fueran solo una cuestión de cábalas.-

En la salida, Moss se queda parado por un problema con el embrague, y Fangio hace un trompo en el frenaje de la horquilla a causa de un problema en los frenos. El Chueco queda relegado al séptimo puesto detrás de Moss -que finalmente arrancó-. Este abandona en la 3° vuelta por problemas en la caja de velocidades, mientras Fangio intenta mantenerse en pista. Dunrod era un circuito muy complicado de llevar con el BRM, ya que era tortuosamente angosto y sinuoso a la vez; y para aprovechar el torque en ésta máquina, Fangio tenía que mantener el motor a máximo régimen todo el tiempo. Por debajo de las 9000 vueltas desaparecía el torque y el automóvil parecía desinflarse.
Alrededor de la vuelta 14, Hawthorn iba en punta seguido por Fangio y Taruffi.
En la vuelta 15, Fangio se detiene en Box y Taruffi pasa a la segunda colocación.
A partir de ese momento, comienza a tener problemas con la alimentación de combustible. Entrará varias veces a los boxes hasta que en la vuelta 25 abandona definitivamente.
La carrera fue ganada por Piero Taruffi seguido de Mike Hawthorn.

Al quedar fuera de carrera, Fangio busca a Bira y no lo encuentra. El Príncipe había durado menos de un suspiro en carrera y con su ofuscación se olvido del viaje pactado con Fangio.
Así es como Fangio comienza su odisea para llegar a la competencia de Monza y terminar haciendo tratos con la “Señora Definitiva”.

Pero esa ya es otra historia...

UTaC Team.