1951 Inglaterra - IVth British Grand Prix <Historial año 1951>
 
 
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 Carrera
14 de Julio de 1951
Categoría: Formula 1
 
 
 Fangio
Automóvil: Alfa Romeo 159B
Posición:  2°
 
 
 
El programa oficial
 
 
 Historias I...

La quinta competencia del año puntuable para el campeonato de Formula 1 se corre en el circuito de Silverstone. 
Alfa Romeo ve la amenaza que representa el equipo Ferrari con sus autos más modernos,  y decide modificar la Alfeta 159 agregándole dos tanques laterales de combustible para que tenga mayor autonomía y no tengan que hacer una detención mas de las previstas por Ferrari. Esto juega en contra, ya que las Alfetas se convierten en autos mucho más pesados y por consiguiente mucho más lentos.
En la clasificación, José Froilan González hace la Pole, segundo Fangio.
Pica en punta González seguido de muy cerca por Fangio. En la décima vuelta, Fangio supera con lo justo a González, mientras Ascari con la otra Ferrari marcha en tercer lugar. Hacia la vuelta treinta, la diferencia entre Fangio y González era de tan solo 5 segundos mientras estos aventajaban a Ascari por casi un minuto. Pero en la vuelta 48 Fangio debe detenerse para el reabastecimiento mientras González lo hace en la vuelta 60 tardando casi 30 segundos menos que Fangio. Partiendo con esta ventaja, José Froilan González le brinda el primer triunfo a Ferrari en el campeonato del mundo, arrebatándole a Alfa Romeo un monologo de  27 carreras invictas, y logrando para la F1 moderna la primer victoria de un auto con motor aspirado sobre los poderosos motores comprimidos.

UTaC Team.

 
 
 
 Historias II...

En Julio de 1951 después del G.P de Francia, Fangio me llevó a Inglaterra, donde entrene para Ferrari. Dos días antes del G.P de Silverstone, Juan me mostró el circuito con el Alfa. 
- 'Pepe, (me dijo después de estudiar el trayecto) 'creo que vas a ganar esta carrera'.
Me gastó una buena broma. En la carrera me situé en primer lugar pero Juan me pasó. No obstante,tuvo que reabastecerse con el Alfa comprimido una vez más que yo con el Ferrari 373 aspirado. Ascari había abandonado. "Cuando paré en el box, salí del coche para dejárselo pero él me puso la mano en el hombro para que yo continuara. Así fué como conseguí ser el primero en ganar un G.P mundial con Ferrari.
Al contrario que otros pilotos, mi relación con Enzo siempre fué cálida y amistosa. Yo conocía sus dificultades económicas. Un dia, me dió un papel para que yo lo firmara. Y así lo hice, sin saber que era un contrato. Un contrato por seis millones de liras que nunca esperé recibir. En una ocasión en que comíamos juntos, me dijo que me pagaría de otra forma: me dió un chasis de un modelo deportivo con carrocería Vignale, que luego vendí en Argentina.
De algunas cosas me acuerdo bien. De otras no tanto, como por ejemplo del chico de 12 años al que le firmé un autógrafo en Silverstone en 1951. Hace poco tiempo me contó cuánto le había encantado conseguirlo. Ese chico era Jackie Stewart".

El "Cabezon" Gonzalez.

 
 
 
 Historias III...

La primera vez que una Ferrari derrotó a las Alfetta
Silverstone fue muy simple
Por Alfredo Parga Especial para La Nación
Fecha de publicación  13.10.2000

José Froilán González es un expositor que sabe lo que dice, y recuerda puntualmente la inolvidable victoria del equipo de Maranello en 1951 sobre su gran rival; su talento le permitió lograr la hazaña

Con la irresistible fuerza de argumentos invulnerables, José Froilán González me explica pacientemente. "Te voy a dar la justa. La cuestión deportiva, a veces, tiene que ver con razones que vienen desde muy lejos. En el automovilismo deportivo, lo de Alfa Romeo tenía estrecha relación con la Italia rica. Con lo mejor de las clases sociales, la de los títulos. La de la pompa bien entendida. Alfa Romeo era Milán. 
"Ferrari venía a ser un producto laborioso de la Italia que estiraba cada lira como chicle para poder subsistir. Ferrari era Módena. Compará. Por ese camino es posible encontrar el significado que tuvo la victoria que yo conseguí por el campeonato mundial de conductores en 1951, sobre la Alfetta. La primera de Ferrari. 
"¿Cómo era posible que un auto construido en la Italia de la necesidad, de la carencia, derrotara a un producto noble, afamado internacionalmente como lo era la Alfetta?" 
Como inconscientemente, se acaricia el pecho. Es que Don Pepe, un par de meses atrás y a punto de viajar a Europa por el jubileo de la F1 en Inglaterra, sintió fuertes dolores en el pecho. Meticuloso como es, este paisano de La Colonia, un paraje ubicado entre Arrecifes y Salto, consultó con su médico. Estaba obstruido un puente del "servo" que lo asiste desde hace años para ayudar a su corazón. "Los médicos abrieron, descongestionaron la cosa y después yo tuve que ayudar quedándome quieto y sin hacer locuras unas semanas. Me perdí el viaje, pero no importa. Ahora, si la radiografía que me acabo de hacer lo manda, reforzarán el sistema con una pila que creo que se cambia cada año y Dios querrá, tal vez, que yo siga hablando de Ferrari..." 
Pierde la mirada muy lejos. El diagnóstico que copio, sin palabras complicadas y despojado de todo tecnicismo, no podía ser más claro. Hubo una contingencia técnica; solucionada, el corazón sigue su marcha. 
Aquellos años cincuenta. No hace ascos para recordar cómo vivían los corredores de aquellos primeros días de la segunda mitad del siglo XX. 
"Mirá: te confieso que cuando me preguntan qué cosa hice para que el Commendatore me llamara, repito que eso simple de ganar tres carreras seguidas. Dos aquí, en la Costanera, a las Mercedes, con la Ferrari chasis corto. Y trascartón otro éxito en la Gavea de los brasileños. Un telegrama de Ferrari aquí. Otro allá. 
"Después se presentó la oportunidad para seguir con Juan (Manuel Fangio) y le metí para adelante. Ahí apareció la variante, Juan tenía contrato con Alfa y para ayudarme me quería enganchar con Maserati. Ferrari tenía su cuadro de pilotos completo: Ascari, Villoresi, Taruffi y Serafini. Pero el viejo Serafini se pega en las Mil Millas y tiene un yeso largo. Taruffi se enferma. Venía Reims; yo tenía lista una Maserati del equipo oficial del ACA. Me estaba afeitando cuando me avisan que Nello Ugolini, director deportivo de Ferrari, me quería ver. No sé si me saqué todo el jabón de la cara, ¿te imaginás? Creo que hasta lo abracé cuando lo vi. El, que era muy serio, muy noble italiano, me aclaró que tenía un pedido de Ferrari, que yo probara uno de los coches en Reims. Antes de que terminara, ya le había dicho que sí. 
"Y Reims vino bien. En dos o tres vueltas estaba discutiendo el mejor tiempo. ¿Sabés? Era fácil Reims: caminos largos de campo, curvas sin complicaciones y el auto era una maravilla. Fácil de llevar, lo habría hecho cualquiera." No lo contradigo, pero esto no lo creo. 
"En Reims, el primer día de julio, conseguía el 7° tiempo, para arrancar desde la tercera línea. Manejaría todo cuidadosamente. Tan bien que alegremente va dejando atrás a compañeros y adversarios hasta que se coloca primero. Su compañero Ascari había abandonado por rotura de caja; en la vuelta 34 lo paran. Lleva tanta diferencia que Ascari se va sin perder el mejor lugar. Después, Fangio, que a su vez se había subido al coche de Fagioli, lo alcanzaría, pero ésa es otra historia. El final de Reims encontraba en el primer lugar a Fangio-Fagioli y en el segundo, a Ascari-González. Y venía el contrato con Ferrari. El primero. 
"Mirá, Froilán -le decía el ingeniero-; vas a ganar 150.000 liras. Las mismas que le pago a Ascari y a Villoresi. Iremos al 50 por ciento en los derechos de partida. Y también al 50 por ciento en premios, publicidades... 
"Yo únicamente le pregunté si estaba asegurado. No se mosqueó; me contestó que todos sus corredores corrían asegurados, siempre. Y entonces firmé. 
"¿Querés que te diga? Al terminar aquel 1951 yo volví al país con 150.000 dólares limpios de polvo y paja. Está bien; mirá que hacíamos todo: corríamos y probábamos. ¿Sabés dónde lo hacíamos? En las calles de Maranello. La gente se corría a un costado y nosotros íbamos y veníamos. Las suspensiones y los frenos las corregíamos en los montes del costado de Maranello. Todos los santos días, pero valía la pena. 
"También te puedo contar que la carrera que menos cobré fue la de las célebres 24 Horas de Le Mans, cuando en junio de 1954 me acompañó Maurice Trintignant. Trintignant es un tipo que cuando llego a Europa se mata para atenderme. Tuvo mala suerte con su primer matrimonio. Se volvió a casar con una chica más joven. Fue padre con esta segunda chica y es ocurrente al mango. Me mandó una tarjeta que decía: «El bebe pesa tres kilos. Entre ejes mide... » me daba así la altura del chiquito." 
No necesitaba buscar ningún papel. ¿Por qué siempre estaba entre los primeros? ¿Manejaba mejor? ¿Sabía más? 
"Esto es tan sencillo como explicar aquello de la rivalidad entre Alfa y Ferrari. Los italianos se peleaban entre ellos. Ascari y Villoresi tenían un carácter muy fuerte. No les costaba mucho agarrarse tan fuerte que parecía que el mundo se venía abajo. Y no pasaba nada. Yo estaba al tanto de que unos querían cubiertas Pirelli, y otros, las Englebert. Ellos, al desconfiarse mutuamente, se sorteaban la marca de cubiertas para correr con una moneda. Mirá, a mí me daba lo mismo. Si no, fijate: en Silverstone, cuando gano, corrí con Englebert. Tanto Ascari como Villoresi, si no tenían la Pirelli, ya largaban con bronca. Y por ahí empezaba su merma ¿te das cuenta?" 
Silverstone. A los 13 días de Reims, llega Silverstone. 
"El viernes, cuando clasificábamos y yo hacía el 1, me venía a ver Juan al box. Y desde lejos, sonriente, me revoleaba aquello de: «¿Viste que yo tenía razón? ¿Que aquí nos iban a pasar el trapo?» Y me abrazó. Me abrazaban todos, porque era el primer piloto en correr por arriba de las 100 millas en ese circuito. 
"Yo sabía que tenía algunos puntos a mi favor. La Alfetta devoraba el combustible; cuando Fangio se detuviera para cargar otros 300 litros, iba a tardar entre 48 y 50 segundos. Mi Ferrari se arreglaba con 220 litros que entraban en 23 segundos clavados. Encima, ellos tenían dificultades para acelerar a fondo. En Silverstone, las rectas eran cortas. El torque de nuestro motor llegaba al punto ideal a las 7000 vueltas; las Alfetta necesitaban tocar las 9000. En ese curverío, yo necesitaba menos para frenar, doblar y acelerar. Todo lo hacía antes. 
"Fangio me pasó, pero a mí no me asustaba eso, porque no se me iba. Lo tenía ahí adelante, siempre a la vista. Entonces, lo mío era una cuestión de no enloquecerse. De cuidar el auto, viajar siempre cerca de la punta y esperar. Y gané." 
Lo dice con la simplicidad con la que cuenta hasta el cansancio aquello de la equivocación antes de largar, por penetrar nervioso en un baño para mujeres, lo que lo ponía colorado cuando al salir lo sorprendían en un lugar ajeno. Y asegura que al volver a Maranello, a espaldas del viejo commendatore esraba la fotografía de la llegada de la Ferrari con el número 12. 
Lo del reloj de regalo estaba convenido con el equipo desde tiempo antes. Enzo Ferrari lo prometía en público: "A quien derrote por primera vez a nuestros competidores". (Aunque en el cruento repaso que don Enzo Ferrari hace de su vida, confesaría haber llorado cuando alcanzaba aquella victoria. "Fue como si matara a mi madre", escribía.) 
El Viejo Commendatore. Ferrari. El notable periodista del Corriere della Sera Enzo Biagi definió concretamente al Viejo Commendatore (como publicó La Nación). La suya es la más perfecta introducción al estudio de un hombre que quería ser más bueno. Que era notablemente inteligente. Que procuraba resguardar como lo hace hasta el hombre más insignificante su privacidad, porque entre la vergüenza y el miedo, el ser humano suele resultar una criatura desvalida. Sin defensa. 
En cambio, Don Pepe avanza cuidadosamente cuando trato de saber más del célebre constructor. Y sus dardos van directamente al centro del conocimiento. 
"Yo tuve con él, siempre, una relación muy amable. Tranquila. Hasta tuvo atenciones y delicadezas que parecía imposible que llegaran de un hombre que era el personaje más trascendente de Italia. 
"Una trascendencia que posiblemente nazca de la necesidad. ¿Sabés que muchas veces, trabajando, no tenía una lira partida por la mitad y tenía que comprar alguna cosa? De esa carencia, de eso de faltar de todo nacía el talentoso genio que aprovechaba hasta el último pedazo de lata del taller. No se tiraba nada. Todo servía." 
Biagi se ocupó con una manifestación notable al clausurar su pensamiento en La Nacion exponiendo que "Ferrari ha sabido vencer al tiempo. El tiempo es el arte supremo del hombre". 
Don Pepe avanzó por otro camino. El no es escritor. Fue un excepcional conductor de un tiempo distinto. Cuando todos los corredores confraternizaban. Y Don Pepe también ahorra las palabras para enriquecer su definición: "Ferrari nació de la necesidad. En una de ésas y por eso, pudo haber llegado a tenerlo todo". Suena casi bíblico.

Por Alfredo Parga Especial para La Nación 
(c)Copyright 2000 S.A. LA NACION | Todos los derechos reservados

 
 
 
 Datos del circuito
Circuito: Silverstone
Perímetro: 4649.4 m
Vueltas: 90
km: 418.446
 
 
 Resultados
  Piloto Coche Tiempo km/h
Victoria: J.F.Gonzalez Ferrari 375 2:42'18.2" 154.7
Pole: J.F.Gonzalez Ferrari 375 1'50.8"  161.9 
Vuelta: N. Farina Alfa Romeo 159B 1'44.0" 160.9
 
 
 
José Froilán González
 
 
 
Farina en las pruebas, con la maquina que manejaría Fangio.
 
 
 Pinturas
"Silverstone 1951"
Por Alan Fearnley
 
 
 
El cabezon Gonzalez corriendo el 1er. triunfo de Ferrari en F1
Provided by: Forix
 
 
 
Fangio y el Alfa 159 en plena carrera.
 
 
 Pinturas
"Ferrari - The First Grand Prix Victory"
Por Nicholas Watts
 
 
 
Un Powerslide perfecto.
 
 
 
Una de las pocas fotografías de Froilan color en esta competencia.
 
 
 
"Pepe" Gonzalez cruzando la bandera a cuadros.
 
 
 
Fangio, Froilán Gonzalez y Villoresi en el podio.
Foto: Una Pasión sobre ruedas, Roberto Carozzo.
 
 
 Pinturas 
Felicitación a José Froilán González
Por Jorge Garcia.
Publicada en F1. Alfredo Parga, La Nación
 
 
Posiciones en el campeonato del mundo: 
Posición
Piloto
Puntos
1
Fangio
21
2
Farina
15
3
Villoresi
12
4
Gonzalez
11
5
Ascari
9
6
Wallard
8
 
 
IVth British Grand Prix
Clasificación Final
Por el UTaC Team.
PF
Piloto Escudería Máquina Tiempo
Vueltas
PG
1
Jose Froilan Gonzalez (RA) Scuderia Ferrari Ferrari 375 (4.5) 2.42'18.2"
90
1
2
Juan Manuel Fangio (RA) Alfa Romeo SpA Alfa Romeo 159B (1,5 s c) 2.43'09.2"
90
2
3
Luigi Villoresi (I) Scuderia Ferrari Ferrari 375 (4.5) 2.43'18.6"
88
5
4
Felice Bonetto (I) Alfa Romeo SpA Alfa Romeo 159 (1,5 s c)
2.43'07.4"
87
7
5
Reg Parnell (GB) BRM Ltd BRM P15 V16 (1,5 s c)
2.42'46.6"
85
20
6
Consalvo Sanesi (I) Alfa Romeo SpA Alfa Romeo 159B (1,5 s c)
2.42'39.8"
84
6
7
Peter Walker (GB) BRM Ltd BRM P15 V16 (1,5 s c)
2.43'23.0"
84
19
8
Brian Shawe-Taylor (GB) Brian Shawe-Taylor ERA B
2.43'55.8"
84
12
9
Peter Whitehead (GB) G A Vandervell Ferrari 375 (4.5)
2.43'02.0"
83
8
10
Louis Rosier (F) Ecurie Rosier Talbot-Lago T26C-DA (4.5) 2.43'08.6"
83
9
11
Bob Gerard (GB) Bob Gerard ERA B
2.43'30.4"
82
10
12
Duncan Hamilton (GB) Duncan Hamilton Talbot-Lago T26C (4.5)
2.42'32.2"
81
11
13
Johnny Claes (B) Ecurie Belge Talbot-Lago T26C-DA (4,5)
2.44'05.0"
80
14
 
     
 
 
 
-
Nino Farina (I) Alfa Romeo SpA Alfa Romeo 159B (1,5 s c)
-
75, DNF
3
-
Joe Kelly (GB) Joe Kelly Alta GP
2.44'19.2"
75, DNQ
18
-
Alberto Ascari (I) Scuderia Ferrari Ferrari 375 (4.5)
-
56, DNF
4
-
Philip Fotheringham-Parker (GB) P.F.-Parker Maserati 4CL (1,5 s c)
-
46, DNF
16
-
David Murray (GB) Scuderia Ambrosiana Maserati 4CLT-48 (1,5 s c)
-
45, DNF
15
-
Louis Chiron (F) Ecurie Rosier Talbot-Lago T26C (4.5)
-
41, DNF
13
-
John James (GB) John James Maserati 4CLT-48 (1,5 s c)
-
23, DNF
17
             
PF= Posicion Final - PG= Posición de Grilla - DNF= No Termino - DNA=Ausente - NC= No clasificado
 
 
(c) 1999-2010 UTaC Team. Ultima actualización de ésta hoja: 26/03/2010
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